Viajes en moto

Una de las cosas más difíciles de hacer cuando uno empieza a hacer un blog como este es conseguir temas para poder actualizar constantemente y en ocasiones no es fácil, muchas veces sucede que uno tiene una idea clara de lo que quiere pero en ocasiones conseguir el material necesario pata publicarlo no es una tarea sencilla, por tal motivo, me gustaría hablarles de algunos viajes y vivencias que he hecho en motocicleta.

En algún pueblito escondido de Hidalgo.

En alguna ocasión, estando con un amigo estábamos rodando solo por el puro gusto de hacerlo, en ese entonces cada quién tenia una Honda Cargo 125 y por alguna razón empezamos a rodar desde tempranito, como a eso de las 7:00 u 8:00 de la mañana, como a eso de medio día empezamos a sentir la necesidad de querer hacer algo más, entonces decidimos agarrar camino hacia donde fuera, sin rumbo fijo, como quién dice a donde el viento nos lleve, así que solo pasamos a recoger algunas cosas básicas como herramientas, casa de acampar, guantes, suéteres y cosas así, terminamos llegando al estado de Hidalgo, pasamos por unos pastes al Pueblo Mágico de Real del Monte y terminamos acampando en Omitlan de Juárez, realmente no muy lejos de Real del Monte, pero repito, íbamos sin camino fijo y nos perdimos varias horas por los caminos de Hidalgo.

Al día siguiente regresamos todavía con el frio de la mañana, desayunamos algo por el camino y regresamos al D.F. con ganas de regresar a recorrer caminos que nos quedamos con ganas de ver.

Por el camino encontramos varios aviones abandonas a la orilla de la carretera.

Descansando y comiendo algo en un mirador al lado de la carretera antes de llegar a Puerto Vallarta.

Pasando por la Laguna de Cuitzeo, Morelia.

Teniendo motocicleta tarde o temprano uno quiere salir a carretera y es casi imposible resistirse al impulso. En alguna ocasión, de esas salidas improvisadas quedamos de salir unos amigos en moto, realmente no recuerdo bien a donde íbamos a ir originalmente, pero ya estando todos juntos decidimos cambiar la ruta porque a donde habíamos planeado ir ya habíamos ido varias veces, entonces uno sugirió Veracruz y a todos nos gusto la idea, nos pusimos de acuerdo de quién iba ir adelante del grupo, la ruta a tomar y todo ese tipo de cosas, encendimos motores y de repente uno dice: ¡OIGAN! ¿y si mejor vamos a Puerto Vallarta, la verdad es que yo nunca he ido y tenemos todo para ir acampando en el camino? todos nos quedamos pensando y de igual manera ninguno de nosotros conocía Puerto Vallarta, teníamos dinero, tiempo y equipo para hacer el viaje y a todos nos pareció genial la idea. El viaje, que originalmente iba a ser de un día termino siendo de cuatro, todos terminamos faltando un día al trabajo y toda la semana anduvimos como si nos hubiéramos tomado dos botellas de tequila y otras dos de vodka cada quién.

Entrando a Jalisco exactamente a las 12:00 de la noche, la foto la tomamos con un celular y de prisa por eso se ve mal.

En si el viaje estuvo muy bien, hubo sus complicaciones en algunas partes del camino pero valió la pena, es una de esas locuras que bien valen la pena volver a repetir.